Rapidez y agilidad son imprescindibles en cualquier establecimiento hostelero, ya que es un trabajo muy dinámico. A los clientes les gusta ser atendidos lo antes sin tener en cuenta si hay más o menos trabajo. Hace unos años, atender al cliente con rapidez era complicado, ya que se tomaba nota con una libreta y un bolígrafo o necesitabas teclear un código para conocer el precio de cada producto.
Actualmente, con el rápido avance de las tecnologías, todo esto puede agilizarse considerablemente gracias a los TPV o terminales de punto de venta. Hoy vamos a contarte cuáles son las ventajas de una TPV.
¿Qué es una TPV?
Las TPV tienen un sistema operativo que agiliza las acciones que se realizan en la compra de un producto o servicio. Este dispositivo puede reemplazar a la anticuada libreta de notas y a la tradicional caja registradora. Entre algunas de sus funciones, permiten elegir el producto, conocer su precio y pagarlo y hasta emitir un ticket o recibo.
El dispositivo cuenta con dos componentes: el software y el hardware. Por un lado, el hardware, o parte física, pueden ser ordenadores o dispositivos que incorporen una impresora de tickets, un lector de código de barras, una pantalla y un lector de banda magnética.
Por otra parte, el software se refiere a la aplicación que hace que el equipo funcione. En este caso, una TPV está programada para realizar gestiones de compra y almacenar toda la información del inventario disponible.
Con este programa el vendedor realizará todas las tareas de consulta y cobro desde un el dispositivo electrónico. Existen dos tipos de software: uno general con el que se pueden realizar todas las acciones que ya hemos visto, y otro específico especializado en un servicio concreto.
En último lugar queremos señalar que la TPV se puede configurar para poder acceder mediante una contraseña y ser utilizada, únicamente, por el personal responsable del negocio.